El riego
es utilizado para compensar en algunos periodos, la insuficiencia de la
precipitación natural; El consumo de agua por parte de la caña de azúcar varía
de acuerdo con la etapa de desarrollo, la humedad del suelo y las condiciones climáticas. Los requerimientos
de temporada de agua para cultivo para la caña de azúcar se estiman entre 1200 y 1500 milímetros por hectárea por año, bajo un rango de
condiciones climáticas y longitudes variables de temporada de cultivo de 12 a
14 meses, con un promedio de evapotranspiración de 4 a 7 mm por hectárea al día.
La frecuencia y la profundidad del riego
deben variar entre las distintas fases de crecimiento de la caña, durante la
brotación inicial, la emergencia y el establecimiento de las plántulas jóvenes,
el cultivo requiere menos agua, y por eso son preferibles riegos cortos y frecuentes.
El suministro de agua debe ser en cantidad suficiente para mantener el suelo
húmedo y con una adecuada aireación. Si se deja secar el suelo debido a la
aplicación de riegos
cortos y menos frecuentes, las yemas germinativas se secarán,
reduciéndose y atrasándose así la brotación.
Por
otro lado, los riegos excesivos llevan a la podredumbre de las yemas debido a
la falta de aireación y al ataque de hongos, y además reducen la temperatura
del suelo. De esta manera, tanto los riegos excesivos como los deficitarios son
perjudiciales para la brotación, causando una baja población de tallos por
unidad de área.
Durante la geminación, el mayor consumo agua es
debido a la evaporación directa desde la superficie del suelo. Bajo buenas
condiciones de temperatura y humedad del suelo, la germinación se completa
entre 40 y 50 días después de la siembra o entre 25 y 35 días después de la
cosecha, esto según las condiciones hídricas del cultivo sobre todo antes de la
cosecha. En la medida en que el cultivo desarrolla más follaje utiliza mayor
cantidad de agua, las raíces penetran a mayor profundidad y la
evapotranspiración aumenta. Cuando se completa el desarrollo foliar la mayoría
de agua es consumida por transpiración.
Al
comienzo del período vegetativo, el crecimiento de los retoños se relaciona
directamente con la aplicación del agua. Una brotación temprana de los retoños
es ideal, ya que esto produce brotes de aproximadamente la misma edad.
Cualquier déficit de agua durante la fase de formación de macollos reducirá la producción
de los mismos, aumentará su mortalidad y reducirá la población final de tallos,
que es un importante componente del rendimiento.
El período de crecimiento máximo es el más crítico para el suministro de agua a
la caña de azúcar. Esto se debe a que en esta fase ocurre el crecimiento de los
tallos, consolidándose la producción final de la caña de azúcar. La producción
y elongación de los entrenudos, la producción de hojas en los tallos y su
expansión, el engrosamiento y, por último, el peso de los tallos se determinan
en este período. En esta fase también ocurre la formación de los tejidos que
almacenan azúcar. Por lo tanto, en esta fase el cultivo alcanza su máximo
requerimiento hídrico. Con un suministro adecuado de agua en esta fase de
activo crecimiento, que permita mantener en 84-85% el contenido de humedad de
las vainas de la tercera, cuarta, quinta y sexta hoja desde el ápice, se
producirán entrenudos más largos de mayor grosor y el peso total de la caña
será mayor.
Por
otro lado, los déficits hídricos durante la formación de retoños reducen la
elongación de los tallos, debido al acortamiento de los entrenudos, lo que
lleva a un menor peso de la caña, con un efecto bien marcado sobre la
producción.
Un déficit hídrico severo durante la última fase del período del gran Crecimiento provoca la maduración forzada del cultivo. La demanda evaporativa de la atmósfera es muy alta durante el período caluroso, aumentando las necesidades hídricas del cultivo. Por esta razón, el manejo de los suministros de agua disponibles para satisfacer el máximo requerimiento de agua es crucial para alcanzar el máximo potencial de rendimiento.
Un déficit hídrico severo durante la última fase del período del gran Crecimiento provoca la maduración forzada del cultivo. La demanda evaporativa de la atmósfera es muy alta durante el período caluroso, aumentando las necesidades hídricas del cultivo. Por esta razón, el manejo de los suministros de agua disponibles para satisfacer el máximo requerimiento de agua es crucial para alcanzar el máximo potencial de rendimiento.
Durante
el período de maduración un suministro restringido de agua o la ocurrencia de
condiciones de estrés hídrico moderado (74-76% de humedad en las vainas de las
hojas) son necesarios para producir la maduración del cultivo, debido a la
reducción de la tasa de crecimiento vegetativo, que deshidrata a la caña y la
fuerza a la conversión total de los azúcares en sacarosa recuperable. Con la
detención del crecimiento vegetativo, aumenta la relación entre la materia seca
almacenada como sacarosa y la materia seca usada para el nuevo crecimiento.
Por otra parte, un suministro pleno de agua produce un crecimiento vegetativo continuo, afectando al proceso de acumulación de azúcar. No obstante, cuando la planta es privada seriamente de agua, se interrumpirá el metabolismo de la planta y la pérdida del contenido de azúcar puede ser mayor que la formación de azúcar. Una consideración importante es que el suelo no debe dejarse agrietar, porque producirá la poda de raíces y daños al sistema radicular.
Cuando el cultivo está en la fase de maduración, en la mayoría de los casos el agricultor puede también tener un cultivo recién plantado en su campo. Por lo tanto, la tendencia del agricultor será de suministrar agua al nuevo cultivo, descuidando al cultivo antiguo que está próximo a ser cosechado. Esta situación es particularmente común cuando la disponibilidad de agua es limitada. Si el cultivo ya desarrollado no es regado como necesita, sufre fuerte estrés hídrico, pudiendo ocurrir el quiebre de las cañas, la formación de cavidades en los tallos, una reducción significativa del peso de la caña, un aumento en el contenido de fibras y el deterioro de la calidad del jugo.
Por otra parte, un suministro pleno de agua produce un crecimiento vegetativo continuo, afectando al proceso de acumulación de azúcar. No obstante, cuando la planta es privada seriamente de agua, se interrumpirá el metabolismo de la planta y la pérdida del contenido de azúcar puede ser mayor que la formación de azúcar. Una consideración importante es que el suelo no debe dejarse agrietar, porque producirá la poda de raíces y daños al sistema radicular.
Cuando el cultivo está en la fase de maduración, en la mayoría de los casos el agricultor puede también tener un cultivo recién plantado en su campo. Por lo tanto, la tendencia del agricultor será de suministrar agua al nuevo cultivo, descuidando al cultivo antiguo que está próximo a ser cosechado. Esta situación es particularmente común cuando la disponibilidad de agua es limitada. Si el cultivo ya desarrollado no es regado como necesita, sufre fuerte estrés hídrico, pudiendo ocurrir el quiebre de las cañas, la formación de cavidades en los tallos, una reducción significativa del peso de la caña, un aumento en el contenido de fibras y el deterioro de la calidad del jugo.
La
situación es agravada si la cosecha se retrasa. De este modo, tanto el
agricultor como la industria sufrirán. Por eso, para obtener un buen
rendimiento de caña debe aplicarse una cantidad razonable de agua al cultivo ya
desarrollado.
RIEGO
A diferencia de la caña siembra o planta, la caña soca
inicia su crecimiento con un sistema radicular desarrollado y en completa
capacidad de funcionamiento, lo que les garantiza desde su brotación, una
amplia zona de exploración radicular y de captación del agua y nutrientes del
suelo. Esto permite efectuar los riegos con intervalos largos desde el inicio
del cultivo, dada su baja demanda hídrica por su reducida capacidad
transpirante y su amplia zona de captación.
El primer riego de
la caña soca, debe efectuarse inmediatamente después de sacada la caña del
campo, pues la
cepa durante el período de maduración, fue sometida a un régimen de sequía y en
la cosecha, fue fuertemente maltratada con los equipos de corte, alza y
transporte. El segundo riego debe realizarse un día después de efectuada la
labor de tratamiento de socas, unos 10 a 12 días después de concluida la
cosecha.
La determinación del requerimiento de agua
del cultivo y el régimen de riego más adecuado permiten conocer las necesidades
hídricas reales de la planta, con el objeto de mantener altos niveles de
productividad evitando los excesos de agua y logrando a su vez un desarrollo
sustentable del cultivo bajo riego
La caña de azúcar es un cultivo que permanece
en el campo durante 12 o 14 meses del año, por consiguiente, requiere la
aplicación complementaria de agua, al menos durante el período seco. La demanda
de agua del cultivo varía mucho, según su edad y su estado o fase del ciclo de
desarrollo. El suministro de agua de riego, por lo tanto debe ajustarse a los
requerimientos de la planta ya los objetivos perseguidos con el cultivo: la
mayor producción de azúcar al menor costo posible
En caña planta, la demanda de agua varía mucho, de
acuerdo a 3 etapas bien definidas del cultivo.
GERMINACIÓN
Inmediatamente después de la siembra, se aplica el
primer riego o "riego de asiento", cuyo objetivo es humedecer y poner
el suelo en íntimo contacto con el esqueje, para que aproveche al máximo la
humedad y temperatura del medio. Con el primer riego siempre hay arrastre de
suelo, especialmente, si el trazo del fondo del surco de siembra es muy
pendiente e irregular y si el suelo quedó muy desmenuzado debido a una excesiva
labor de labranza. Si hay mucho arrastre, los esquejes pueden quedar
descubiertos en las partes altas de los surcos y "tapiados", con una
costra de espesor variable de suelo, en las bajas.
No obstante, que la demanda de agua del cultivo
durante el período de germinación es muy baja, debido a que las plantas apenas
inician su desarrollo y que su capacidad transpirante y zona de exploración
radicular son muy reducidas; el riego hay que hacerlo a intervalos muy cortos,
8 a 10 días según el suelo, a fin de mantener con un alto contenido de humedad
la capa o costra de suelo que cubre el esqueje, evitando así, su excesivo
endurecimiento y su efecto obstaculizador de la emergencia del brote.
Durante este período, a menos de que se tenga un
dispositivo que permita la aplicación de pequeñas láminas de agua, como un
sistema de riego por aspersión, hará un gran desperdicio de agua de riego; pues
como ya se señaló, los riegos son muy frecuentes y las demandas del cultivo muy
bajas.
CRECIMIENTO
Después de los 40 días de la siembra, el cultivo ya
prácticamente ha completado la fase de germinación o brotación y ha entrado en
la de encepamiento y de rápido crecimiento, incrementando su demanda de agua, a
medida que aumenta su cobertura y su capacidad transpirante con el número de
tallos y el mayor tamaño de los mismos.
El período de crecimiento se extiende hasta
aproximadamente los 9 meses de edad del cultivo y crece de 5-6 mm por día. No
es posible establecer en forma general, ni la lámina de agua aplicada en cada
riego, ni el intervalo entre riegos. La lámina aplicable, dependerá de la
capacidad de almacenamiento de agua en el suelo, según sus características físicas;
del contenido de humedad del suelo al momento de regar y de la profundidad a
mojar, según la zona de exploración radicular: unos 70-90 cms. con el cultivo a
pleno desarrollo. El intervalo de riego, dependerá de la capacidad de agua útil
del suelo y de la demanda diaria del cultivo, según su grado de desarrollo y
las condiciones climáticas del medio.
MADURACIÓN
Después de los 9 meses de edad, debe iniciarse el
período de preparación del cultivo para la cosecha, a fin de llevar a la
factoría una materia prima de óptima calidad azucarera, sin detrimento del
tonelaje de caña; lo cual es posible, mediante el manipuleo de ciertos
factores, como son: sequía moderada y hambre de nitrógeno, que obligan a la
planta a restringir su proceso de crecimiento o de formación de tejidos ya
favorecer el de maduración o de acumulación de los azúcares producidos. El
hambre de nitrógeno, se consigue aplicando la totalidad de este nutriente antes
de los 4 meses de edad del cultivo.
La sequía moderada, se logra mediante control de
riego a través de:
- Reducción de la lámina de agua aplicada en cada riego.
- Alargamiento del intervalo de riego.
- Suspensión total del riego durante un cierto período pre-cosecha.
Cualquiera que sea el método de control de riego
utilizado para madurar la caña, es muy importante conocer el comportamiento de
las variedades de que se dispone y de las condiciones ambientales que las
rodean.
En las épocas de clima más fuerte, de mayor
evapotranspiración, la maduración se incrementa y el período de maduración se
acorta, iniciándose violentamente los procesos de fermentación y
deterioro de la caña
En definitiva, el riego durante este período, debe
encajar dentro de un programa general de maduración y de cosecha; el cual debe
considerar: variedades, épocas de siembra y de cosecha, variaciones climáticas
(evapotranspiración), topografía y tipo de suelo, fertilización, etc.
CONCLUSIONES
De
acuerdo a la experiencia transmitida, la
poca adquirida y lo investigado referente al cultivo de caña debo destacar y señalar
lo siguiente:
Que
la caña es un ser vivo, lo cual lo sabemos pero muchas veces no estamos
conscientes de eso, por lo tanto debemos darle un tratamiento al cultivo
siempre teniendo muy presente ese particular; Ejemplo: Luego que realizamos una
actividad física en la cual sufrimos una deshidratación
moderada, ¿Qué realizamos primero?
o mejor dicho ¿De qué tenemos deseos? 1.- de hidratarnos (tomar agua) o
2.- de alimentarnos (comer); Es obvio y natural que nuestro deseo principal en
ese caso es de hidratarnos primero para luego alimentarnos; Sin embargo porque cometemos el error de
incorporar nutrientes al cultivo inmediatamente después de la cosecha,
conociendo que para dicha labor el cultivo debió sufrir una suspensión
necesaria y obligatoria de agua, lo cual produjo un estrés hídrico en el
cultivo, más aun cuando por razones ajenas al cañicultor esta suspensión del riego se
extralimita, produciéndose una deshidratación o estrés hídrico severo. Por lo
tanto es fundamental que inmediatamente terminadas las labores de cosecha se
proceda a regar el cultivo, luego de lo cual se podrá realizar las
labores de campo y la incorporación de nutrientes que desee o estime necesarias
el cañicultor.
Establecer un programa de riego de acuerdo a las etapas del cultivo así:
En la etapa de germinación, que va desde los 20 a
los 50 días después del corte, el cultivo necesita riegos con una frecuencia
entre 8 a12 días, los mismos
que deberán ser no muy pesados sino más bien ligeros.
En la etapa de crecimiento, que va desde los 30 a los 270 días, el cultivo
necesita riegos con una frecuencia entre 10 a 15 días, los mismo que se
iniciarán con riegos normales hasta llegar gradualmente a riegos pesados
En la etapa de maduración, que va desde los 270
días hasta 30 o 15 días antes de la cosecha el cultivo necesita riegos normales
los mismo que se iniciarán con una frecuencia de 20 días hasta llegar
gradualmente a una frecuencia de 30 días.
Para tener uniformidad de criterio en cuanto a los
riegos voy a clasificarlos en:
Riego liviano, ligero o suave: son riegos que su
caudal es normal es decir que no ocasionan arrastre o erosión y una vez que el agua llega al final del
recorrido de la fila se suspende o máximo continua pasando por 5 minutos más.
Riego normal: su caudal es normal y una vez que el
agua llega al final del recorrido de la fila sigue pasando por 1 a 2 horas más.
Riego pesado: su caudal es normal y una vez que el agua llega al final del
recorrido de la fila sigue pasando por aproximadamente 8 horas, este tipo de
riego generalmente se realiza en las noches.
Al aplicar cualquier
tipo de riego de los arriba mencionados, debemos siempre evitar que el agua se
estanque o permanezca por más de 12 horas en el mismo lugar, ya que esto
producirá una pudrición de las raíces.
Es indispensable realizar un
análisis de suelo del cantero, primero para establecer la cantidad de
nutrientes con los que cuenta el terreno y de esta manera determinar los requerimientos del cultivo, en relación a
este aspecto existe un trabajo realizado por el Ing. Bolívar Loján denominado Yanapanakuy, trabajo que mediante
un modelo matemático de fertilización establece las necesidades de macro y
micro nutrientes totales para una producción variable de caña; y, en segundo
lugar establecer la textura de su cantero, factor indispensable para establecer
un programa de riego, pues en un cantero con clase textural franco arenoso deberíamos aumentar la
frecuencia del riego, y en un cantero con clase textural franco arcilloso deberíamos disminuir la
frecuencia del riego, Sin embargo suele suceder que los análisis de suelo por efecto del costo se
realizan de manera global, es decir un
análisis de para una área de 2,3 o más hectáreas, y, dentro del cantero
muestreado pueden y por lo general
existen diferentes texturas de suelo, en este caso vale muy bien realizar un
croquis del cantero donde se identifique de manera aproximada y solo mediante
observación las diferentes calidades de
suelo, esto con el fin de adecuar su programa de riego a la realidad de su cantero.
4. Aumentar o disminuir la frecuencia de los riegos
de acuerdo las condiciones climáticas que se van desarrollando a lo largo del
cultivo, por ejemplo en temporada de altas temperaturas y de mucho viento
deberíamos aumentar la frecuencia de los riegos, esto nos lleva que nuestro
programa de riego debe ser acoplable a las condiciones atmosféricas
5. Nuestro programa de riego debe considerar que luego de fertilizar los dos riegos
subsiguientes han de ser riegos suaves, de manera que no se laven o
profundicen los fertilizantes aplicados; de igual manera luego de realizar el
control químico de malezas no se debe efectuar ningún tipo de riego por
aproximadamente 8 días, luego de lo cual si aplicaríamos 1 o 2 riegos pesados
para recuperar o desintoxicar al
cultivo.
6. Observar, medir y registrar
los cambios que va presentando nuestro cultivo, es con el fin de modificar
nuestro programa de riego si así lo amerita el cultivo, y, además nos ayudaría
a evaluar cualquier prueba que realicemos en torno al riego
7.Por último y no menos
importante, y según mi experiencia de gran consideración es entrelazar la
teoría, la técnica, la investigación a la práctica, al manejo diario y empírico
que se le da al cultivo, manejo que es que siempre o por lo general está a cargo del regador, por lo tanto creo
necesario que se debe escuchar y considerar las recomendaciones que él expresa
pues es él quien de alguna manera convive y conoce mejor al cultivo, y sin
lugar a dudas el campesino tiene también una sabiduría popular y conocimiento ancestral, por lo tanto no
podemos, ni debemos por más técnicos o investigadores que creamos ser,
cerrarnos a las opiniones y criterios del campesinos, ya que eso nos
convertiría en dueños de la verdad, y, la verdad no es absoluta ni monopolio de
nadie.
BIBLIOGRAFIA:
Tafur Hermann Harold. NO HAY AGUA PARA
TANTA GENTE, Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira. AUPEC.
Mago Navarrete Pedro, EL SUELO Y SU MANEJO EN CAÑA
DE AZUCAR, Investigador de FONAIAP Estación Experimental Yaracuy.
NETAFIM, MANEJO DEL RIEGO.
NETAFIM, PROGRAMA DE RIEGO EN EL CAMPO.
NETAFIM, SUMINISTRO DE AGUA
Y RENDIMIENTO DE LA CAÑA
NETAFIM,
REQUERIMIENTOS HÍDRICOS DE LA CAÑA DE AZÚCAR EN VARIOS PAÍSES
Muy bien
ResponderEliminarEstoy aprendiendo bastante con este post. Es fundamental lo que llamo Diagramas de Venn, o sea trabajar con los conocimientos de todos, incluyendo quienes se mojan más, como el regador y canalero. Hay un punto muy interesante relativo al ruego por goteo que usted puede tratar con conocimiento de causa. Pues aunque le agradezco la referencia a Yanapanakuy, tenemos otro punto que resolver que es confrontar los dos sistemas de riego, porque estimo y usted lo percibe correctamente el agua que viene del Catamayo tiene algunos elementos adicionales (nutrimentos) que ayudan a la recupertación de la tierra y alimentación de la planta y en este sentido su observación sería interesante para todos, cuando confronte los dos sistemas de riego y obtenga(mos) algunas conclusiones de muchísimo interés para los agricultores de la zona y del mundo, porque de algo estamos claros, se ha logrado globalizar y compartir el conocimiento, partiendo de quienes son los actores activos en la verdadera academia.
Ánimo pues
Buen camino
Bolívar con su ayuda ese será un tema muy interesante para estudiar y proponer alternativas tanto para los agricultores del valle de Catamayo como para los que tienen sus terrenos aguas arriba.
EliminarVamos adelante.